CON MOTIVO DEL DÍA MUNDIAL DE LA SEGURIDAD Y LA SALUD EN EL TRABAJO, PROFESIONALES DE LA PREVENCIÓN PONEN EN COMÚN EN UICM SUS EXPERIENCIAS DURANTE LA PANDEMIA
Con motivo del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, ayer Unión Interprofesional de la Comunidad de Madrid (UICM), a través de su Comisión de Prevención de Riesgos Laborales, celebró el webinar EL VALOR DE LA PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL CONTROL DE LA PANDEMIA, sumándose al lema elegido para este año por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) “Detengamos la pandemia: la seguridad y salud en el trabajo puede salvar vidas”.El mismo estuvo moderado por Sara Fernández, Coordinadora de la Comisión de Prevención de Riesgos Laborales de UICM y Presidenta de la Sección Técnica de Prevención de Riesgos Laborales de la Asociación de Químicos de Madrid, y contó con la intervención de Patricia Sanz Pérez, Responsable de Seguridad y Salud de Danone Tres Cantos; Francisco Javier Tarín Martínez, Responsable del Área de Prevención y Salud de Metro de Madrid, Ana Belén García López, Técnico Superior en PRL del Servicio de Prevención del Hospital Fundación Alcorcón; Maribel Santos, Vicedecana del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas-Zona Madrid y experta en Seguridad y Salud Laboral en INECO y Mª José Rodríguez Largacha, Directora General de INCOPE CONSULTORES, S.L.Durante la sesión, los ponentes pusieron en común sus experiencias al inicio de la pandemia y en esta “nueva normalidad”, ofreciendo su visión sobre el futuro de la prevención.
Todos coincidieron en que al principio de la pandemia la situación era un caos y que los diferentes procedimientos y documentos generados desde distintas administraciones, lejos de aclarar la situación, generaban más confusión si cabe. Igualmente, todos expusieron el reto que supuso la escasez de equipos de protección individual en determinados momentos de esta crisis sanitaria.
En concreto, Patricia Sanz destacó que al inicio de la pandemia “uno de los principales retos fue podernos organizar rápidamente” y “tener la agilidad y la resiliencia de poder adaptarnos continuamente ya que casi a diario venía información nueva”. Destacando también la labor del comité de crisis de su empresa para la rápida toma de decisiones.
Por su parte, Francisco Javier Tarín expuso que en relación a los procedimientos del Ministerio de Sanidad para los Servicios de Prevención “desde el comienzo de la pandemia llevamos 13 revisiones de documentación” y que “los servicios de prevención colaboren con las autoridades sanitarias no significa que el COVID sea un riesgo laboral”, dado que, desde su punto de vista, esta consideración depende de la actividad.
En este sentido, Ana Belén García expuso que en un hospital “el COVID es un riesgo laboral” y que ya habían tenido antecedentes como el ébola o el MERS-CoV 1 que les sirvieron para prepararse con protocolos de prevención y formación. En cuanto a los retos destacó que los más importantes fueron la presión de tiempo y la revisión de los equipos de Protección individual, ya que según indicó “tuvimos que ir comprobando si cumplían o no normativa”.
Por su parte, Maribel Santos destacó que “lo más grave de todo esto fue la incertidumbre” así como la imposibilidad de conseguir material de protección, “nadie estaba preparado para esto” y que “a los prevencionistas no se nos ha tenido presentes, no nos han consultado”. Además apuntó, coincidiendo con Francisco Javier Tarín, que “a los prevencionistas se nos ha criminalizado” en el sentido de que cuando las cosas salen mal se echa la culpa “al de prevención” y cuando no se sabe lo que hacer es “lo que diga el de prevención”.
En relación a la profusión de documentos que se publicaron desde diferentes organismos, Mª José Rodríguez explicó que en el sector de la construcción, “la Inspección de Trabajo fue la que clarificó un poco la situación” ya que la COVID no es un riesgo laboral en la construcción y que “es verdad que las empresas y los Servicios de Prevención tienen que hacer todo lo posible para evitar los contagios dentro de los centros de trabajo”.
Igualmente, pusieron en común sus experiencias y resaltaron la importancia que han tenido las medidas adoptadas y protocolos establecidos, adaptados en función de cada tipo de actividad, en esta “nueva normalidad”. También destacaron el importante papel que habían jugado los servicios de prevención en la adopción de medidas relacionadas con la pandemia en el trabajo y para los que el COVID había supuesto una carga adicional.
En relación al futuro de la prevención, cada uno de los ponentes expuso diferentes visiones sobre el mismo, no obstante coincidieron en la importante experiencia y aprendizaje que ha supuesto la pandemia para los profesionales de este ámbito y en la necesidad de prepararse para las futuras pandemias que puedan surgir.
Para concluir, y como broche final del acto, se abrió un interesante turno de preguntas y comentarios de los asistentes a las que respondieron los ponentes, planteándose temas como la especialización y formación de los técnicos de prevención, los indicadores de prevención españoles en relación a los europeos y el teletrabajo, entre otros.